Mientras las temperaturas siguen siendo altas y los incendios forestales amenazan partes de Europa, las autoridades portuguesas han emitido advertencias para tres zonas frecuentadas habitualmente por los viajeros.
El Instituto Portugués del Mar y la Atmósfera (IPMA) ha emitido avisos de categoría amarilla para las zonas de Faro hasta el miércoles y Madeira hasta el jueves debido a las altas temperaturas y Lisboa el jueves por fuertes vientos. Los avisos amarillos se emiten siempre que el tiempo pueda provocar una situación de riesgo que afecte a residentes y turistas.
Una tercera ola de aire caliente procedente de África ha azotado Europa durante la última semana, creando temperaturas diurnas peligrosamente cálidas y azuzando incendios forestales en nueve países mediterráneos, entre ellos Portugal y España. Además del área portuguesa de Lisboa, más de 50 ciudades del norte y centro de Portugal, el Alto Alentejo, en el centro-sur, y el Algarve, en el extremo sur, corren un riesgo extremo de incendio.
Más de 600 bomberos luchan ya contra un incendio cerca de Cascais, ciudad costera al oeste de Lisboa. Se considera que más del 90% del territorio portugués está afectado por la sequía, por lo que las autoridades esperan reducir al mínimo la posibilidad de que se declaren nuevos incendios.
En el último mes, Italia y Grecia han sufrido incendios que han causado muertes, destrucción de propiedades y una gran contaminación del aire. Los incendios forestales en estos países están reduciendo el turismo y afectando a las economías locales. En la isla griega de Rodas, residentes y turistas fueron evacuados por vía aérea. Los países del norte de África, especialmente Argelia, también han sufrido temperaturas extremas e incendios que han causado más de 40 muertos.
La Comisión Europea de Viajes informa de que los turistas que visitan Europa evitan las naciones meridionales del continente en favor de zonas septentrionales como Dinamarca, Irlanda y la República Checa. Sea cual sea su destino, los expertos en viajes recomiendan contratar un seguro de viaje para los desplazamientos estivales en caso de tormentas, incendios u otros fenómenos meteorológicos extremos. El seguro puede cubrir el coste de vuelos cancelados o urgencias médicas.
