El martes marcó un hito en la historia política de Croacia la apertura del tan esperado puente.
El puente conecta dos partes de la costa del país a lo largo del mar Adriático, al tiempo que circunvala una pequeña plata del territorio de Bosnia.
Se organizó una ceremonia formal de inauguración a la que asistieron altos funcionarios e invitados.
La ceremonia también contó con discursos, sobrevuelos de aviones militares, actuaciones y fuegos artificiales.
El martes, muchos croatas desafiaron el calor estival para ser de los primeros en cruzar a pie el puente Peljesac, abierto a los peatones antes de la inauguración oficial.
El elegante puente fue cofinanciado por la Unión Europea y construido por una empresa china. El puente cuelga de cables con seis pilones, lo que constituye una rareza en su género.
La apuesta de China por impulsar su influencia económica mediante la inversión en infraestructuras ha suscitado preocupación en Europa. En esta situación, este acontecimiento es un rayo de esperanza para los europeos.
En un mensaje de vídeo emitido durante la ceremonia de inauguración, el Primer Ministro chino, Li Keqiang, afirmó que el puente ilustra las relaciones amistosas entre su país y Croacia, pero también entre China y la UE.
China y la UE son importantes fuerzas políticas y potencias económicas mundiales de primer orden, afirmó Li.
El puente, de 2,4 kilómetros de longitud, cruza el mar Adriático para unir la Croacia continental con la península de Peljesac, en el sur, facilitando el acceso al destino turístico más importante del país: la ciudad medieval amurallada de Dubrovnik.
El primer ministro croata, Andrej Plenkovic, califica el día de histórico para el país, que ingresó en la UE en 2013 tras separarse de la antigua Yugoslavia y atravesar una guerra en los años noventa. También expresa su alegría y orgullo por este momento histórico del país.
La federación yugoslava no tenía fronteras internas entre sus seis repúblicas, incluidas Croacia y Bosnia. Pero cuando se disolvió a principios de los años 90, las dos partes de la costa croata del mar Adriático quedaron divididas por una estrecha franja de Bosnia.
Tanto residentes como turistas tenían que pasar controles fronterizos, lo que ralentizaba el tráfico y hacía que los habitantes de la zona sur se sintieran aislados del resto del país.
Esa zona incluye Dubrovnik, una impresionante ciudad medieval que figura en la lista del patrimonio protegido de la UNESCO y es la mayor atracción turística de Croacia.
El puente se hizo finalmente realidad en 2017, cuando la UE asignó 357 millones de euros (365 millones de dólares), que cubrieron gran parte del coste de 526 millones de euros (533 millones de dólares).
La China Road and Bridge Corporation ganó en 2018 una licitación internacional para construir el puente.
El proyecto, sin embargo, se había enfrentado a las críticas de Bosnia, cuyos funcionarios se quejaron de problemas fronterizos sin resolver y dijeron que el puente obstaculizaría el acceso a su parte de la costa.
Conocida por su impresionante naturaleza y sus cientos de islas del mar Adriático, Croacia es un importante destino turístico que atrae cada verano a millones de personas de Europa y de todo el mundo.
El turismo también es clave para la economía croata, que sigue siendo una de las más débiles de la UE.