La antigua capital de Japón, Kioto, es una de las zonas mejor conservadas del país, y presume de contar con la friolera de 17 lugares declarados Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO que atraen cada año a miles de visitantes a sus históricas calles.
En los últimos tiempos, ha habido tantos visitantes en Kioto que la ciudad ha luchado enormemente con los problemas relacionados con el turismo excesivo. Sin embargo, tras el brote de coronavirus de enero, que llevó al gobierno chino a restringir los viajes internacionales en grupo, la ciudad atraviesa actualmente un problema en el extremo opuesto del espectro: un dramático descenso del número de turistas que, según los comerciantes locales, no se había visto en 30 años.
Para los turistas chinos, uno de cuyos destinos preferidos es Kioto, que constituyen el mayor contingente de visitantes extranjeros a Japón, la prohibición de viajar está afectando duramente a los negocios, y como el número de casos de coronavirus en Japón aumenta constantemente, un gran número de lugareños y otros turistas internacionales también están rehuyendo viajar, lo que agrava el problema.
Para gestionar el problema, los comerciantes de los barrios de Ukyo y Nishikyo, en el distrito de Arashiyama de Kioto, han iniciado una nueva campaña publicitaria para animar a los turistas a visitar la zona. El eslogan de la campaña es “Suitemasu Arashiyama”, que se traduce como “Arashiyama vacía”, y para la promoción se han producido cuatro imágenes, cada una de las cuales muestra un lugar turístico popular de la zona.