A partir del miércoles, 30 de agosto, los visitantes de fuera de China ya no tendrán que presentar un resultado negativo en la prueba COVID-19 para ser admitidos.
The Associated Press informa de que Wang Wenbin, portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores, dijo durante una conferencia de prensa el lunes que el levantamiento del requisito de la prueba del coronavirus es un paso importante hacia la reapertura de China al resto del mundo.
El país asiático abolió en enero las normas de cuarentena para los ciudadanos chinos que regresan del extranjero. El gobierno no sólo aumentó el número de vuelos al extranjero, sino que también amplió la lista de países a los que se permite viajar.
Desde la semana pasada, Delta Air Lines ha añadido 10 vuelos semanales desde Seattle y Detroit al aeropuerto internacional de Shanghai-Pudong, a partir del 29 de octubre. La aerolínea iniciará cuatro vuelos semanales desde Los Ángeles a PVG en marzo de 2024; esta ruta no se ha servido desde antes de la pandemia.

Tras la política china de “cero COVID”, que provocó el cierre de ciudades y largas cuarentenas para las personas infectadas, han persistido los esfuerzos por abolir las restricciones relacionadas con el COVID.
Anteriormente, los viajeros se veían obligados a encerrarse durante semanas en hoteles autorizados por el gobierno, lo que obstaculizaba el crecimiento de la segunda economía mundial, aumentaba el desempleo y provocaba protestas generalizadas contra los cierres forzosos.
Las autoridades chinas indicaron a principios de mes que se permitirían de nuevo las excursiones en grupo de varias naciones, lo que sería la primera vez desde la pandemia de coronavirus. Según el Ministerio de Cultura y Turismo chino, los viajes en grupo a Australia, Gran Bretaña, Alemania, Japón, Corea del Sur y Estados Unidos, pero no a Canadá.