El Caribe mexicano se enfrenta de nuevo a la llegada estacional de Sargassum, un tipo de alga cada vez más presente en sus playas vírgenes desde hace una década. Un reciente reportaje fotográfico destaca la creciente llegada del sargazo a las populares playas de Tulum, Playa del Carmen y Cancún.
El sargazo, un alga parda, se origina en el Mar de los Sargazos, una región del Océano Atlántico Norte delimitada no por tierra, sino por corrientes oceánicas. Aunque desempeña un papel crucial en los ecosistemas marinos, proporcionando hábitat y alimento a diversas especies marinas, su llegada a las costas en grandes cantidades plantea numerosos problemas.
Cancún – 19 de febrero de 2024
Playa Del Carmen – 16 de febrero de 2024
Tulum – 18 de febrero de 2024
Playacar – 17 de febrero de 2024
Impactos del Sargazo
Este fenómeno estacional tiene importantes repercusiones económicas para la región, y afecta sobre todo al sector turístico, que es una parte vital de la economía local. La visión y el olor del sargazo en descomposición suelen disuadir a los turistas, lo que provoca cancelaciones y reduce el número de visitantes. Esto, a su vez, afecta a las empresas locales y a los medios de subsistencia que dependen del turismo.
Además, el impacto ambiental es profundo. La descomposición del Sargassum en las playas agota el oxígeno del agua, lo que supone una amenaza para la vida marina y los arrecifes de coral. También provoca la liberación de sulfuro de hidrógeno, un gas de olor desagradable que puede tener consecuencias sanitarias tanto para la fauna como para los seres humanos.
¿Cuál es la causa del sargazo?
Las causas de la floración del sargazo son complejas y polifacéticas. Los científicos apuntan a una combinación de factores, como el aumento de la temperatura del mar debido al cambio climático, los cambios en las corrientes marinas y el aumento de nutrientes en el océano procedentes de la escorrentía agrícola. Estas condiciones crean un entorno propicio para el rápido crecimiento y proliferación del Sargassum.
Los esfuerzos para hacer frente al desafío del Sargassum están en marcha, con investigaciones sobre prácticas de gestión sostenible y el uso potencial de las algas como recurso, por ejemplo, en la agricultura y la producción de energía. Sin embargo, la situación pone de relieve los problemas más generales de la gestión medioambiental y la necesidad de un esfuerzo mundial concertado para atajar las causas profundas de estos desequilibrios ecológicos.