El país nórdico de Islandia planea añadir un nuevo impuesto para los turistas que apoyará los objetivos climáticos y de sostenibilidad.
“El turismo ha crecido exponencialmente en Islandia en la última década y, obviamente, no sólo está afectando al clima”, declaró a la prensa Katrín Jakobsdóttir, Primera Ministra de Islandia.
Tras los cierres del COVID-19, Islandia experimentó un espectacular resurgimiento del turismo, con más de 8,5 millones de visitantes en 2022.
El impuesto “no sería elevado”, dijo Jakobsdóttiry se administraría como los impuestos municipales a los visitantes de Islandia, aunque no se dieron detalles sobre el precio.

Jakobsdóttir añadió que su administración está trabajando estrechamente con las agencias de viajes de todo el país para aplicar medidas respetuosas con el medio ambiente, como el cambio a vehículos eléctricos.
En muchos lugares del mundo ya existen impuestos turísticos para fomentar la inversión comunitaria. Sin embargo, los impuestos turísticos que promueven iniciativas de sostenibilidad están ganando impulso en todo el mundo. En Bali, por ejemplo, los turistas tendrán que pagar un nuevo impuesto turístico de 10 dólares a partir de 2024 para apoyar los esfuerzos de conservación.
En general, el sector de los viajes se ha esforzado más por ser más respetuoso con el medio ambiente y sostenible. Por ejemplo, United Airlines ha declarado su objetivo de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero en un 100% para 2050, y la Autoridad Portuaria de Nueva York y Nueva Jersey ha presentado esta semana un plan y una hoja de ruta para alcanzar las emisiones netas cero para el mismo año.