Más de 133.000 niños de Estados Unidos han dado positivo en las pruebas de detección de la enfermedad por coronavirus (COVID-19) en los últimos días, según datos publicados por la Academia Americana de Pediatría y la Asociación de Hospitales Infantiles.
Los niños representaron el 22,4% de los casos semanales notificados de COVID-19 en EE.UU., según el informe, que señala que los casos de COVID-19 entre niños han sido significativamente altos en las últimas semanas.
Por decimoséptima semana consecutiva, los casos de COVID-19 en niños superan los 100.000. Desde la primera semana de septiembre, se han producido casi 2 millones de casos infantiles adicionales, según el informe.
El informe señala que las enfermedades graves debidas al COVID-19 son poco frecuentes entre los niños, pero hace hincapié en la urgente necesidad de recopilar más datos sobre las repercusiones a largo plazo de la pandemia en los niños.
Esto también se produjo en medio de la preocupación generalizada por la nueva variante del coronavirus, Omicron, que los científicos temen que pueda ser más infecciosa que las cepas anteriores.
Recientemente, la oficina de la Organización Mundial de la Salud para Europa también afirmó que la incidencia del COVID-19 era de dos a tres veces mayor entre los niños pequeños que entre la población media de algunos lugares.
Al señalar que las tasas de infección eran elevadas en el grupo de edad de 5 a 14 años, el Director Regional para Europa de la OMS, Dr. Hans Kluge, hizo hincapié en la necesidad de proteger a los niños y las escuelas en medio del rápido aumento de casos entre los jóvenes de la región.
A medida que se acercan las vacaciones escolares, también debemos reconocer que los niños contaminan a sus padres y abuelos en casa, con un riesgo 10 veces mayor de que estos adultos desarrollen una enfermedad grave, sean hospitalizados o mueran cuando no están vacunados, añadió, según una agencia de noticias.
