La capa de ozono que rodea la Tierra es esencial para el bienestar de la humanidad. Absorbe los dañinos rayos ultravioleta (UV) de la luz solar.
El agotamiento de la capa de ozono ha sido un tema clave durante décadas y, afortunadamente, algunas acciones mundiales decididas han frenado su reducción.
Pero ahora parece estar surgiendo una nueva amenaza.
La exploración del espacio, antes dominio de las agencias espaciales nacionales, ha empezado a ser accesible a los ciudadanos en forma de viajes espaciales.
A medida que se hace más accesible y asequible, puede decirse que aumentará el número de lanzamientos.
Los investigadores han advertido ahora de que un escenario así tiene el potencial de deshacer los avances que hemos logrado y reabrir el agujero en la capa de ozono.
Investigadores de la Universidad de Canterbury han escrito un artículo en el Journal of the Royal Society of New Zealand en el que advierten de que las sustancias químicas nocivas procedentes de un posible gran número de lanzamientos de cohetes en un futuro no muy lejano pueden dañar la capa de Ozono.
Los investigadores afirman que los lanzamientos de cohetes liberan sustancias químicas nocivas directamente en la atmósfera media y superior, donde reside la capa protectora de ozono.
Además de las emisiones de los cohetes, los restos de estos lanzamientos que caen a la Tierra mientras arden en la atmósfera dañan aún más la capa de ozono.
La Dra. Eloise Marais, profesora asociada de geografía física en el University College de Londres, declaró que los lanzamientos de cohetes casi se han duplicado en tres años y que hay misiones que pretenden lanzar hasta tres cohetes al día, lo que no tiene precedentes. Marais fue citado por France 24.
Ante el potencial de crecimiento del sector espacial, hay motivos para preocuparse: la contaminación procedente de los lanzadores de cohetes y la eliminación de la chatarra espacial no están reguladas bajo ningún marco.