El mercado emisor de turismo no consigue afianzarse en las naciones subdesarrolladas con habitantes de renta baja.
Esto se debe sobre todo a la falta de desarrollo de las infraestructuras, el acceso deficiente a Internet y las zonas rurales.
Además, la insuficiente financiación pública, las deficientes infraestructuras de transporte y la falta de educación son algunos de los obstáculos al negocio turístico.
En efecto, esto limita la expansión del mercado emisor de turistas en el mundo.
La Organización Mundial del Turismo (OMT) es responsable de la promoción de un turismo sostenible y universalmente accesible orientado a la consecución de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible y los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).
Según nuestro analista de investigación, se prevé que el mercado mundial de fuentes de turismo se expanda anualmente a un CAGR prometedor de alrededor del 3,86% durante el período proyectado de 2023-2030.
Se estima que el mercado mundial de fuentes de turismo generó unos ingresos de 2.003,68 mil millones de dólares en 2022, y se prevé que crezca hasta los 2.677,77 mil millones de dólares en 2030. La expansión del mercado de fuentes de turismo se vería impulsada por el creciente número de actividades relacionadas con el turismo durante el período de previsión.
Se prevé que la demanda de servicios turísticos aumente como consecuencia del mayor deseo de los ciudadanos de viajar tanto a nivel nacional como internacional y de su creciente propensión a realizar actividades de ocio.
El mercado también se está viendo favorecido por los viajes al extranjero, la occidentalización, la urbanización y el aumento de la renta en los países en desarrollo. El mercado está creciendo rápidamente gracias al aumento de los esfuerzos promocionales en el mercado de acogida y a la participación en los medios sociales y los canales en línea.
La estabilización de las economías de los países en desarrollo y la expansión de las infraestructuras, junto con el crecimiento demográfico, son otros factores clave que impulsan la expansión del mercado mundial de productos relacionados con el turismo.
Así pues, estos elementos contribuirán al crecimiento de la industria, así como a la expansión de los desarrollos y los avances técnicos.
El mercado emisor de turismo es incapaz de establecerse firmemente en las naciones subdesarrolladas con habitantes de bajos ingresos. Esto se debe sobre todo a la falta de desarrollo de infraestructuras, el acceso deficiente a Internet y las zonas rurales.
Además, la financiación gubernamental inadecuada, las infraestructuras de transporte deficientes y la falta de educación son algunas de las barreras al negocio turístico.
En efecto, esto limita la expansión del mercado emisor de turistas en el mundo.
Para la industria turística de los países de renta baja, la falta de infraestructuras adecuadas sigue siendo un problema importante. Esto afecta, entre otras cosas, a las instalaciones de alojamiento, la conectividad con las ciudades cercanas, la asistencia sanitaria y el transporte. Una asignación presupuestaria incorrecta es la razón fundamental de este retraso. Junto a esto, la preocupación por la seguridad y la accesibilidad son igualmente culpables del lento crecimiento de la industria turística.
Según las Naciones Unidas, en 2015 el 54% de la población mundial vivía en zonas urbanas y, para 2030, se espera que este porcentaje alcance el 60%.
Junto con otros pilares fundamentales, el turismo constituye un componente central de la economía, la vida social y la geografía de muchas ciudades y, por tanto, es un elemento clave de las políticas de desarrollo urbano.
El turismo de montaña representa entre el 9% y el 16% de las llegadas de turistas internacionales en todo el mundo, lo que se traduce en entre 195 y 375 millones de turistas solo para 2019.
Sin embargo, la escasez de datos nacionales relacionados con el turismo de montaña dificulta, o incluso imposibilita, la evaluación de las repercusiones económicas, sociales y medioambientales de este importante segmento.
El último informe pretende subsanar esta carencia de datos.
Con los datos adecuados, podemos controlar mejor la dispersión de los flujos de visitantes, apoyar una planificación adecuada, mejorar el conocimiento de las pautas de visita, crear productos sostenibles acordes con las necesidades de los consumidores y elaborar políticas adecuadas que fomenten el desarrollo sostenible y garanticen que las actividades turísticas benefician a las comunidades locales.
En las montañas viven unos 1.100 millones de personas, algunas de las cuales se encuentran entre las más pobres y aisladas del mundo. Al mismo tiempo, las montañas atraen desde hace tiempo a turistas interesados en la naturaleza y los destinos al aire libre y en actividades al aire libre como el senderismo, la escalada y los deportes de invierno.
También atraen a los visitantes por su rica biodiversidad y sus vibrantes culturas locales.
Sin embargo, en 2019, el año más reciente del que se dispone de cifras, los 10 países más montañosos (en términos de altura media sobre el nivel del mar) recibieron solo el 8 % de las llegadas de turistas internacionales de todo el mundo, según muestra el informe “Comprender y cuantificar el turismo de montaña”.
Gestionado de forma sostenible, el turismo de montaña tiene el potencial de aumentar los ingresos de las comunidades locales y ayudar a preservar sus recursos naturales y su cultura.
Y, según la FAO, la OMT y MP, medir el volumen de visitantes a las montañas representa el primer paso vital para liberar el potencial del sector. El turismo deportivo es uno de los sectores turísticos de más rápido crecimiento.
Cada vez más turistas se interesan por las actividades deportivas durante sus viajes, tanto si el deporte es el objetivo principal del viaje como si no.
Eventos deportivos de diversa índole y envergadura atraen a los turistas como participantes o espectadores y los destinos intentan añadirles sabores locales para distinguirse y ofrecer auténticas experiencias locales.
Los megaeventos deportivos, como los Juegos Olímpicos y la Copa del Mundo, pueden ser un catalizador para el desarrollo turístico si se aprovechan con éxito en términos de marca de destino y desarrollo de infraestructuras.