El sector turístico ha vuelto y va camino de alcanzar en todo el mundo los niveles anteriores a la pandemia. El martes en la Convención ITB de Berlín, Harald Pechlaner, profesor universitario de Turismo de Eichstätt, habló de los retos a los que se enfrenta actualmente el sector y de cómo afrontar la digitalización, la escasez de personal cualificado y una tendencia de la que tanto se habla, la sostenibilidad.
Participaron en el acto Julia Simpson, presidenta y consejera delegada del Consejo Mundial de Viajes y Turismo (WTTC), Alessandra Priante, directora regional para Europa de la Organización Mundial del Turismo (OMT), Sören Hartmann, presidente de la Asociación Federal de la Industria Turística Alemana (BTW), y el Dr. Eduardo Santander, director ejecutivo y consejero delegado de la Comisión Europea de Viajes (ETC).
Sören Hartmann (BTW) opinó que la recuperación del sector no podía significar negocio como antes. En el futuro, la atención se centraría en crear valor tanto para los destinos como para los viajeros. Eso significaba que los viajeros tendrían que acostumbrarse a pagar más por sus vacaciones, al tiempo que se beneficiaban de experiencias más interesantes y profundas en su destino. “Tenemos que transformar nuestra forma de pensar y vender nuestros productos por encima del valor, no del precio”, afirmó Hartmann.
“No se trata de volver al pasado, sino del ahora y del futuro”, afirmó el Dr. Eduardo Santander, del ETC. Subrayó que no se trataba de predecir, sino de dar forma al futuro. Según Santander, Europa tiene un importante papel de coordinación. La introducción del pase europeo de la vacuna COVID lo ha demostrado. Ahora es necesario crear una plataforma para una actuación más respetuosa con el medio ambiente, con combustibles de aviación más ecológicos, una mejor gestión de los residuos y una combinación de energías.
Según Alessandra Priante, de la OMT, uno de los retos más importantes ahora es reforzar la mano de obra básica del turismo. “Si perdemos gente, perdemos el corazón y el alma de nuestro negocio”, advirtió Priante. Por eso es importante generar confianza entre los jóvenes, ofrecerles formación y promover el turismo como una industria con buenas perspectivas profesionales.
Según Julia Simpson, del WTTC, otra clave para hacer más atractivo el sector es presentar la huella de carbono del turismo en términos racionales y no emotivos. “Las emisiones de gases de efecto invernadero derivadas del uso de teléfonos inteligentes eran las mismas que las de los viajes aéreos en todo el mundo”, afirmó Simpson, añadiendo que las emisiones de carbono del sector turístico se situaban en el 8,1%. Subrayó que el sector turístico había conseguido reducir su huella de carbono y desvincular el crecimiento de las emisiones de CO2. “En muchos lugares, el turismo es una especie de guardián de la naturaleza”, afirmó Simpson.